“Cualquiera sea su interés, deportivo, artístico o profesional, sepan que con constancia, disciplina y responsabilidad se puede lograr muchas cosas”. Santiago Molina, participante en la Vuelta de la juventud de ciclismo.
Santiago Molina es exalumno de la Institución Educativa Luis Eduardo Mora Osejo. Desde su época como estudiante demostró ser un joven responsable y apasionado por el deporte. Ahora deja en alto el nombre del Departamento de Nariño en la Vuelta de la Juventud de ciclismo y sueña continuar como ciclista profesional.
¿Qué recuerdas del LEMO y cuáles son tus sentimientos hacia el colegio?
Santiago Molina: Lo que recuerdo del colegio es la solidaridad de mis compañeros y de los profesores. Además, la buena enseñanza, el respeto de parte de los docentes, la colaboración de los directivos y académicos. Mis sentimientos hacia el colegio son de mucha gratitud y respeto porque ahí aprendí muchos valores para mí formación personal.
¿Desde cuándo te gusta el ciclismo y por qué?
S. M: El ciclismo me gusta desde que era un niño de siete años de edad y lo empecé a practicar con mayor dedicación desde los 11 años. Todo empezó cuando un amigo que ya entrenaba junto con su instructor me motivaron a seguir adelante porque miraron talento en mí.
¿Cuál es el ciclista al que más admiras?
S. M: El ciclista que más admiro es el español y múltiple campeón Alberto Contador. Me gusta porque fue potente y ligero y su manera de correr era atrevida. Podría decir que él significa para mí un ejemplo a seguir
¿Qué es la Vuelta de la juventud y cómo hiciste para participar en ella?
S. M: La “Vuelta de la juventud” es la carrera nacional de ciclismo más importante para los jóvenes entre los 18 y 23 años. Para muchos analistas del deporte esta competencia define el futuro de los ciclistas jóvenes. Para participar en la Vuelta la Gobernación de Nariño patrocinó un equipo y para hacer parte de él fue necesario ser seleccionado por el equipo de entrenadores.
¿Cuántos fueron los participantes y qué opinión tienes de ellos?
S. M: Los participantes fuimos más o menos 235 ciclistas de todos los rincones del país. Incluso muchos de ellos ya son profesionales y habían competido en otros países. La verdad no tengo el conocimiento de todos, pero sí sé que era un pelotón muy respetable.
¿En qué consistió la competencia como tal? ¿Cuántas etapas hubo, cuál fue el recorrido y el tiempo que duró?
S. M: La competencia se llevó a cabo entre el 2 y 8 de agosto. Inició en nuestro departamento, saliendo en su primera etapa en con un prólogo de 5 km en la ciudad de Ipiales y pasando por Aldana, Guachucal, El Espino, Túquerres, Pedregal y Pasto, con un total de 119.3 km. La segunda etapa salió de Pasto y siguió hasta Chachagüí, Remolino y El bordo, cumpliendo con un recorrido de 162.3 km. La tercera etapa inició en Popayán y continuó en Piendamó, Santander de Quilichao, Villarrica, Pto. Tejada, Candelaria y Palmira, con un total de 149.6 km. La cuarta etapa partió de Buga y prosiguió en Tuluá, la Paila, Zarzal, Obando, Cartago, Cerrito, La Virginia y Belalcázar, culminando un recorrido de 154.3 km. La quinta etapa fue una contrarreloj individual de 22 km entre La virginia y Viterbo y la sexta y última etapa que salió de Pereira y continuó por La Virginia, Anserma, Riosucio, Supía, La Felisa, Irra, La Manuela y Manizales (Torre de Chipre), con un total de 196.6 km.
Descríbenos con detalles qué sentiste cuando empezó la competencia.
S. M: Lo que sentí cuando inició la competencia fue una mezcla de sentimientos encontrados, tanto de nervios como de emociones ya que era la primera vez que participaba en esta Vuelta y el reto era muy grande.
¿Cómo viviste cada una de las etapas?
S. M: Cada una de las etapas fueron muy duras, pero a la vez emocionantes. Por algunos momentos supe que tenía el potencial suficiente para competirle a corredores de trayectoria, como profesionales que ya habían viajado a Europa. Y eso es motivo de gran orgullo ya que mi preparación fue autónoma y con escasos recursos.
¿Hubo alguna anécdota que quisieras compartirnos?
S. M: Hay muchas, pero quisiera contar una ya al final de la Vuelta. Con otros compañeros en la ciudad de Palmira ya viniendo de regreso se nos hizo tarde para cenar. Entonces nos alojamos en un hotel y salimos casi a media noche a buscar algo de comer y como no conocíamos nos adentramos en un barrio que luego supimos era muy peligroso. Al final, todos fuimos víctimas de un robo. Perdimos lo poco con lo que contábamos para volver a casa. Como quien dice, pagamos la novatada.
¿Al final cuál fue tu resultado y qué conclusión haces de tu participación?
S. M: Desde un principio sabía que el objetivo principal era adquirir experiencia. Las diferencias económicas entre mi equipo y los otros eran exorbitantes. Mientras a los demás todo les sobraba a nosotros nos faltaba. Así que para el sólo hecho de participar ya significó para mí un gran logro. El resultado en líneas generales fue muy positivo ya que me dejó unas buenas sensaciones y una gran motivación al saber que con más trabajo y dedicación podré lograr muchas cosas.
¿A quiénes quisieras agradecer y por qué?
S. M: Quisiera agradecer primero a Dios y a mi abuelita que, aunque ya no está conmigo, desde donde esté siempre me estuvo cuidando y dándome fortaleza. Igualmente quiero agradecer a mis padres, a mi familia y a mis entrenadores. Por supuesto también a la alcaldía de Tangua, que me apoyó y a todas las personas que me estuvieron ayudando tanto moralmente como de manera económica.
¿Qué viene en adelante? ¿Piensas seguir entrenando y participando en otras competencias? ¿Cuáles?
S. M: Desde luego sí pienso seguir participando en diferentes carreras, pero aún no tengo definido en cuales. Ya todo depende de los patrocinios y llamados de algún equipo, sea de orden oficial o privado. Esperemos que esa oportunidad se dé para seguir compitiendo.
Por favor, deja un mensaje final a los estudiantes del LEMO que quizá quieran seguir tus pasos como deportista.
S. M: El mensaje que les dejo a los estudiantes del LEMO es que cualquiera sea su interés, deportivo, artístico o profesional, sepan que con constancia, disciplina y responsabilidad se puede lograr muchas cosas. También quiero agradecer de corazón a toda la comunidad educativa, en especial a los profesores y a ustedes por tenerme en cuenta y resaltar esto que he hecho. Muchas gracias.
Este joven deportista se proyecta como una de las nuevas esperanzas del ciclismo nariñense. El talento y las ganas de trabajar están; sólo falta el apoyo institucional o de la empresa privada para dar el “pedalazo” que hace falta.
Investigación y redacción:
Kevin Riobamba
Grado 10 Diseño.