El mortal virus, el racismo aniquila la mente.
El racismo que afecta al mundo entero y que ha acabado con muchas personas, se siente de blancos a negros; de negros a blancos. De blancos a indios y de raza a raza.
Es histórico que nos hemos empeñado en situar y señalar a determinados grupos humanos por encima de otros; en odiar al diferente en etiquetar a los que nos dan miedo o no conocemos.
Hoy la discriminación racial o mejor conocida como “racismo” sigue impidiendo el desarrollo de millones de personas; tal es el caso de las personas muertas a causa de este virus, es una enfermedad debida a la prepotencia y egolatría.
El mundo, su ego y prepotencia hace que el virus camine a nuestro lado y siga infectando cada día.
Mencionando algunas muertes: El del africano que vivía en Estados Unidos George Floyd y también la de un pequeño niño negro de tan sólo 12 años Tamir Rice.
Al parecer algunos piensan que esto es algo sin importancia, incluso que hacen el bien; pero en realidad causan tanto dolor a personas que no son culpables de nada y son tratadas en forma inhumana.
Da miedo en mundo, está con la mente dañada, creen que con matar se arregla todo.
La gente necesita cambiar de manera de pensar. Si seguimos pensando así; nunca nos vamos a curar del virus que nos ataca.
La verdadera solución está en reconocer a los demás en verdadera esencia. Dios nos creó diferentes para que la riqueza humana del corazón, sea la que nos fortalezca y que de verdad consideremos que Dios nos creó a su imagen y semejanza.
Isabella Pantoja Burbano
Sede Niña María. Grado Quinto.
Deiby Ordóñez Muñoz
Docente responsable